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Nuestro viaje a San Pedro de Atacama 🌵

Viajar por San Pedro de Atacama 2018
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San Pedro de Atacama era uno de nuestros destinos pendientes en Chile. Lo habíamos postergado un poco debido a lo elevado que se suponían que eran los precios. Con la llegada de las aerolíneas Low Cost, conseguimos pasajes a un precio bastante económico. Buscamos unos días libres y partimos rumbo a San Pedro de Atacama. Fuimos con muchas recomendaciones en los bolsillos pero sin mucho conocimiento respecto a lo que nos íbamos a encontrar.

Un viaje a San Pedro al «Real» estilo A pata pelada 👣

El viaje fue de 4 días y a finales de octubre, mes en que aun no hace tanto calor. En esa fecha la media de temperatura es de unos 30 grados durante el día. Tomamos un vuelo desde Santiago directo a Calama, que es la ciudad más cercana. Como nos gusta viajar a pata pelada intentamos hacer esta travesía con el menor presupuesto posible y eso significaba no tomar tours. El único «pero» es que es difícil no viajar en tours en este destino. Esto es así, ya sea por lo agreste del desierto o por el susto que en general tiene el turista de adentrarse unos cuantos kilómetros por caminos sinuosos y solitarios. Pese a ello, hay viajeros que se aventuran y usan distintos medios de transporte para hacer sus rutas.

En pos de generar un viaje austero, pero que nos permitiera conocer lo más posible, decidimos arrendar un auto por los 4 días, el cual alquilamos directamente en el aeropuerto. Nuestro presupuesto nos permitió obtener un Peugeot 208, pero tuvimos la suerte que al llegar al rent a car el auto escogido se había agotado por la demanda; en su lugar y por el mismo precio nos dieron una camioneta Mitsubishi L200 4×4, perfecta para nuestra aventura. Nos hicimos de algunas provisiones en Calama (ciudad más cercana y que cuenta con supermercados) y tras dar una rápida vuelta, tomamos nuestro rumbo hacia San Pedro de Atacama.

La ruta desde Calama a San Pedro de Atacama

El viaje dura aproximadamente una hora y 30 minutos. Nosotros decidimos demorarnos un poco más y parar a ver el Memorial de los Derechos Humanos. Este memorial está construido en medio del camino y fue erigido en memoria de quienes fueron ejecutados en el desierto durante la dictadura militar. Está a pasos de un hermoso parque eólico el cual, según he leído, es el más grande de Chile o incluso de Sudamérica . Valió mucho la pena ver estas grandes construcciones a la vez que reconstruíamos un poco de lo que sucedió allí. Una historia que, sin duda, es importante conocer.

Durante el camino, se puede observar un sinfín de animitas de personas fallecidas en la ruta. Esto se explica porque el camino es bastante monótono. No ves mucho más que desierto (como es obvio), por lo que cansarse y dormirse al volante es algo extremadamente posible. Por eso recomendamos que antes de tomar esta ruta descansen lo suficiente o vayan haciendo paradas para renovar el cuerpo (hay bastantes sacados en la carretera para dormir una siesta de forma tranquila y segura).

Llegada a San Pedro: la entrada turísticamente amable al desierto de Atacama

Una vez recorrido este camino, llegamos a San Pedro de Atacama, donde el calor era abismal y al haber poca sombra, era bastante complejo refugiarse. Salimos a buscar alojamiento y nos dimos cuenta de lo muy muy caro que era. Todos bordeaban los $50.000 – $60.000 por noche en habitación matrimonial (unos 100 USD la noche). Pese a que buscamos, simplemente no quedaban habitaciones más baratas. Quizá, si uno toma el resguardo de buscar en motores como Booking, Hostelbookers u otros, se pueden encontrar mejores precios.

Barajando estos costos, decidimos (considerando el buen clima) dormir en la camioneta que arrendamos. Como era bien amplia y nosotros no pensábamos pasar mucho tiempo en un hotel u hostel, preferimos gastarnos esa plata comiendo y recorriendo lo más posible en esos 4 días.  Otra de las razones que nos ayudó a tomar la decisión es que cerca de donde se dejan todos los autos (donde está el más grande estacionamiento del pueblo) es donde se termina la ciudad, por lo que en la noche podíamos descansar sin mayores complicaciones. Además, hay duchas en la calle, donde uno paga $500 y tiene derecho a ducha y baño.

En otra entrega, les contaremos nuestras actividades y todo lo que visitamos.

Y recuerda… que la plata no sea un obstáculo para hacer de tu vida una aventura.

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