El verano se acerca rápidamente y el destino preferido suele ser la playa. Broncearse al sol, darse un chapuzón en las aguas cristalinas y pasear por la playa son alegrías de la vida que no se pueden ignorar.
Lleva tu traje de baño y toalla.
La ropa de baño (a menos que quieras ir a una playa nudista) y la toalla, por supuesto, son los elementos principales en todo viaje a la playa, ya sea que pienses bañarte o no (no falta que cambias de opinión estando en el lugar). Incluso es recomendable llevar un traje de baño extra para cambiarte si es que vas por más de un día. No importa si usas bikini, traje de baño completo, pantalón, etc. … no importa el estilo, lo importante es que sentirse cómodo y disfrutar de la experiencia.
Traiga sus propios bocadillos y bebidas.
Las galletas y los sándwiches son tu gran aliado en un día de playa. Acá en Chile también nos gusta llevar huevos duros y no falta un lugar donde comprar empanadas. El idea es evitar alimentos que se puedas descomponer fácil con el calor como productos que contengan mayonesa o lácteos. Jugos o gaseosas no pueden faltar, el idea sería llevarlos en un cooler para que no parezcan té a la hora de tomarlos y se mantengan frías y refrescantes.
Trae bloqueador solar y un sombrero.
Los otros elementos esenciales tienen que ver con protegerse del sol. Muchas veces un quitasol es un elemento difícil de transportar, sobre todo si uno no va en automóvil. En ese sentido llevar sombrero es fundamentas y obvio llevar el protector solar de un factor alto. Recomendamos también usar lentes de sol. No solo por estilo, sino también por protección. Los lentes de sol con protección UV son ideales para esos días soleados el que además de ser un accesorio que puedes combinar con tu look del día, protegen tus ojos de la luz y factores ambientales como la arena, la sal y las alergias. Además, no solo sirven para estirarte en la playa, sino también para visitar la ciudad o conducir.